Casualidad o Causalidad

Pasó caminando frente a la hilera de edificios que se erguían majestuosamente sobre la Avenida Del Libertador, amenazantes y firmes, haciendo sombra a cualquier casa por lujosa que fuera. Lo frenó el encargado de seguridad de unas torres saludándolo como cada mañana, aunque esta vez disminuyó la velocidad haciendo una graciosa reverencia y predicando su buen humor. En el preciso instante en el que giraba sonriente volviendo a su marcha, una mujer salió corriendo apurada cerrando una portezuela que él nunca había notado. Sobre el marco un cartel amarillo anunciando: ‘SE VENDE’. Tomó una lapicera de su portafolio y escribió rápidamente el número, sin saber si lo había anotado interesado en la propiedad o en la mujer que se alejaba acelerada buscando un taxi.
Con las llaves en la mano, se mantenía a un lado de su coche sin poder subirse, hasta que la mujer y su chofer se perdieron en el mar de tráfico que se dirigía al centro. Arrancó y se distrajo con los ruidos callejeros.
Abrió los ojos y miró hacia el frente para ver su auto casi dentro de un taxi en el que una mujer de aspecto familiar yacía inconciente y ensangrentada.

Dedicado a Juan (Juan a secas)